Mientras las marcas de cámaras de consumo comienzan a darse cuenta (ochenta años después) de que todos los avances tecnológicos de las sin espejo estaban destinados a crear una Leica más barata, la madre del cordero acaba de desperezarse para presentar dos nuevos modelos.
El primero es la nueva y esperadísima Leica M, que estrena sensor de formato completo de 24 megapíxeles en un cuerpo pequeño y preciso que sigue en su diseño las líneas clásicas de la marca.
Ahora bien, la firma alemana ha incluido en su nueva compacta de formato completo dos novedades nunca vistas en ninguno de sus modelos:
Por un lado, una pantalla para previsualizar las tomas, acercándose así a las tendencias terrenales. Por el otro, la grabación de vídeo en Full HD, modernizándose a pesar de su rígida filosofía digital.
El segundo modelo presentado hoy en Photokina (dejaremos el resto de novedades Leica para la próxima entrada) es el M-E, una versión económica (es una manera de decirlo) de su gama M.
Se trata de una compacta de formato completo con un diseño reducidísimo (se trata de la Full Frame más pequeña y manejable del mercado) que dispone de visor, pantalla trasera, 18 megapíxeles y toda la calidad que ya ofrecía la Leica M9.
Así, la franquicia la describe como el modelo de entrada al mundo M, como una reducción de todas sus prestaciones a lo esencial, a lo que hará que nos hagamos una idea de lo que supone trabajar con una compacta de lujo.
Ambas cámaras no estarán disponibles hasta el año que viene, y sus precios son tan espectaculares y aterradores como su calidad:
La Leica M saldrá por 6.200 euros (sí, pueden soltar carcajadas conmigo), mientras que la esencialista saldrá por unos 4.800 (un precio muy poco esencial, la verdad).