Por todos son conocidos los time-lapses; sin embargo, nunca viene mal refrescar un poco la memoria: se trata de una técnica con la que se pretende mostrar un proceso extenso a través de una serie de imágenes consecutivas aceleradas. Así, se puede realizar tanto con tomas de vídeo como con fotografías.
Al tratarse de una técnica de lo más efectiva y sugerente, en los últimos años hemos asistido a una auténtica invasión de time-lapses, que pueden versar sobre materias tan diferentes como el crecimiento de una barba, la sucesión de las horas del día sobre una roca o el crecimiento de una planta.
James Balog es un fotógrafo de National Geographic que recibió hace siete años el encargo de realizar una serie de fotografías que captasen los nefastos efectos del calentamiento global sobre el hielo que cubre el Ártico.
Curiosamente, Balog era bastante escéptico con el asunto, y viajó a la región sin muchas expectativas. Sin embargo, cuando vio lo que allí estaba sucediendo se sintió aterrado.
“Chasing Ice” es el documental que recoge el trabajo de este fotógrafo, que utilizando una serie de time-lapses ha captado como nadie la agonía del Ártico, del deshielo de una zona del planeta que es absolutamente necesaria para mantener el equilibrio climático de la Tierra.
Aunque el documental no se estrenará hasta el próximo mes de noviembre, éste ya ha recibido un premio en el prestigioso festival de Sundance, siempre comprometido con las producciones independientes que van más allá de la mera sucesión de imágenes comerciales.
En cualquier caso, en este enlace podéis echarle un vistazo a un adelanto del trabajo de James Balog, un impresionante proyecto desde un punto de vista estético pero que es capaz de producir auténtico terror entre los espíritus más comprometidos con el futuro de nuestro mundo.