El mercado fotográfico, como todos los mercados, es salvaje, inmisericorde y, la mayoría de las veces, grotesco. Y como muestra, un botón: Sony acaba de lanzar una campaña conformada por vídeos virales en los que se ríe de los usuarios medio de las cámaras réflex, cámaras que, por otra parte, ellos mismos venden (claro que sin el mismo éxito que Canon o Nikon).
Los argumentos utilizados en esta serie de vídeos llenos de chascarrillos no dejan de ser, en cualquier caso, preocupantes: sólo un tercio de los usuarios de cámaras SLR dispara en modo manual, lo que quiere decir que les bastaría con una buena compacta avanzada o una micro cuatro tercios.
Otro tercio de estos avezados usuarios (hablamos de una encuesta realizada entre 1000 fotógrafos amateur) reconoce no saber cómo se emplea la mayor la parte de las características de la cámara.
Más grotesco aún es el dato según el cual el 65% de los usuarios jóvenes de cámaras réflex consideran que llevar una cámara de este tipo sirve sobre todo para alcanzar cierto prestigio social, o el que constata algo de lo que ya hemos hablado mucho: un 20% de los usuarios de cámaras SLR emplea archivos RAW (es decir: disparan en JPG).
En resumidas cuentas: según este estudio, las cámaras réflex vienen a ser un mamotreto al que raramente se le saca partido si no se es usuario avanzado o fotógrafo profesional.
¿Qué pretende Sony con esta campaña viral? Obviamente, sacar adelante sus cámaras de formato reducido y con objetivos intercambiables (es decir, la serie NEX), en las que invierten muchos más recursos que en las réflex.
Aunque el estudio sea lo suficientemente representativo como para tomárselo en serio y contenga algunas tristes verdades, no deja de ser una muy fea manera de intentar vender una tecnología que no termina de desbancar a las cámaras con espejo (al menos en Occidente).