Seguro que más de uno de vosotros ha pensado en comprarse un grip, o empuñadora, para su cámara réflex, y es que, además de aportarnos cierta comodidad, queda muy profesional, ¿No creéis? Es una visión que tengo desde pequeña pero que, realmente, no sé si solo es cosa mía.
El caso es que hoy vamos a conocer las ventajas e inconvenientes de tener un grip, y es que claro, no todo van a ser ventajas, ¿No creéis? Así que, sin más, vamos a ello, vamos a conocer primero las ventajas y luego los inconvenientes.
Ventajas
1. Comodidad en el agarre de la cámara
Esto no se puede negar y es que el grip hace que nuestra cámara réflex sea mucho más cómoda, algo que agradeceremos cuando tengamos sesiones fotográficas largas, ¿No creéis?
Las manos, con las empuñaduras, sufren mucho menos, por lo que no tendremos ningún problema en las articulaciones ni las tendremos doloridas, una gran ventaja.
2. Autonomía
El grip suele tener espacio para dos baterías, por lo que, inevitablemente, vuestra carga de batería será mayor y podréis estar más tiempo tirando fotografías, algo genial para las sesiones largas.
3. Más estable
El grip pesa, no podemos negarlo, por lo que al acoplarlo a nuestra cámara réflex esta pesará más, lo que significa que la moveremos menos y que seremos más estables.
Personalmente esta es una de las ventajas que más me gusta porque, tengo que admitirlo, mi pulso no es demasiado bueno.
Seguiremos en la próxima entrada con la última ventaja y con los inconvenientes.