Cuando uno piensa en Barcelona desde un punto de vista fotográfico inmediatamente se deja invadir por un número casi infinito de postales que muestran los consabidos rincones que han hecho célebre a la Ciudad Condal: la Sagrada Familia, las Ramblas, los edificios de Gaudí. Sin embargo, una ciudad no es nunca lo que se halla en su superficie, sino lo que se descubre a medida que se recorren sus calles, sin atender a pastiches o a filtros culturales.
De este modo, el fotoperiodista Kike del Olmo (hijo del gran periodista Luis del Olmo) ha propuesto una mirada distinta sobre la capital catalana a través de un libro cuyo título no puede ser más elocuente: “Barcelona sin filtro”.
La ausencia de filtro hace referencia a la ausencia de lugares comunes y de postales resabidas, a la mirada auténtica de quien conoce sus gentes y sus rincones y obvia la fotografía de manual, las instantáneas que cualquier turista tomaría en un par de días.
En una de las fotos más sobresalientes del libro, contra el reflejo de la Sagrada Familia en un cristal roto, los transeúntes y las protestas por los recientes sucesos económicos y políticos se suceden, mostrando una Barcelona sin maquillar que se muestra tal y como es a través de una colección de fotografías que atienden antes a la expresividad que a la precisión técnica o el preciosismo.
El libro, publicado por Lunwerg, cuenta además con otro singular aliciente: las fotografías están acompañadas por textos escritos para lo ocasión por personalidades del tamaño de Joan Manuel Serrat, Loquillo, Maruja Torres o Víctor Amela, quienes colaboraron con del Olmo sin conocerlo siquiera.
“Barcelona sin filtro” tiene formato apaisado y un total de 140 páginas, y sólo cuesta (ya sabéis lo caros que son los libros de fotografía) 20€.