Olympus acaba de presentar su nueva Olympus OM-D E-M1 confirmando la mayor parte de los rumores vertidos durante el último mes y medio y confirmando además lo que ya adelantábamos a propósito de la remodelación de negocio de la firma: se acabaron las compactas baratas.
La E-M1 es una cámara compacta de sistema micro cuatro tercios que pretende (veremos si lo consigue) situarse a la altura de las réflex de gama alta implementando tecnologías aquí y allá.
Sin filtro de paso bajo y con enfoque de réflex
Para empezar, se cumplen los rumores y la nueva compacta de Olympus luce un sensor CMOS de 16 megapíxeles con una importante novedad dentro de su segmento: la eliminación del filtro de paso bajo.
Esto implica una mayor calidad de imagen pero también que las aberraciones quedan exclusivamente en manos del motor True Pic VIII, que además de tener que lidiar con las funciones habituales de cualquier motor tendrá que deshacerse del muaré.
Por otra parte, el sistema de enfoque abandona las minucias de las compactas para atreverse con el que emplean las cámaras réflex: células dedicadas de forma exclusiva a enfocar por diferencia de fase, lo que debería implicar más velocidad enfocando y mayor versatilidad.
Sin flash integrado, pero con muchos más objetivos
Aunque se rumoreaba que la nueva E-M1 tendría una montura híbrida para trabajar con todos los objetivos de Olympus, al final la compañía se ha quedado a medias y se ha limitado a presentar junto a la cámara un adaptador que se vende por separado.
Eso sí, aunque la micro cuatro tercios prescinde del flash integrado en el cuerpo “regala” uno externo, lo que supone un gran detalle.
El resto de las especificaciones las conocemos desde hace tiempo, pero las repetimos para los más despistados: grabación de vídeo en Full HD con controles manuales, ISO entre 125 (que no 200) y 25.600, disparo en ráfaga a 10 fotografías por segundo, visor electrónico, pantalla táctil, WIFI y estabilizador de 5 ejes.
¿Su precio? Rondará los 1500€.