Conocer los dos últimos siglos de la historia de España implica también conocer la historia de nuestra fotografía. Ésta se halla presente en todos y cada uno de los momentos esenciales de nuestra memoria colectiva, y junto con la pintura y la moda sirve para ilustrar el pensamiento, la política o los lugares comunes de lo hispano.
La exposición que la Fundación Mapfre inaugura este jueves en Madrid es en realidad sólo una parte de un proyecto mucho más ambicioso: contar la historia de Hispanoamérica a partir de la independencia de los países latinoamericanos. Se trata de una idea que se viene desarrollando desde hace ya cinco años, y que gracias a la editorial Taurus está teniendo un enorme éxito al otro lado del Atlántico.
España Contemporánea es, por lo tanto, una pequeña parte de este proyecto que se centra en la revisión en clave visual de nuestros dos últimos siglos de vida a través de tres registros expresivos: fotografía, pintura y moda.
En la exposición llama la atención la manera en la que pintura y fotografía van de la mano durante todo el siglo XIX, desde que se realizase el primer daguerrotipo en Barcelona (Casa Vidal Cuadras) en 1848.
Las 400 fotografías que integran la muestra contienen además algunos de los momentos gráficos más célebres de nuestro pasado, como los republicanos en el campo de concentración de Bram (por Agustí Centelles), la bailarina Encarnita Díaz ataviada sólo con la hélice de un avión (Díaz Casariego) o los refugiados en la carretera de Tarragona (Robert Capa).
La historia que se narra en la exposición de la Fundación Mapfre -que, como señala el comisario de la misma, “está aún en construcción”- no finaliza sin embargo con la crisis actual, sino con la victoria de la selección española en los últimos mundiales de fútbol para dar esperanza, para acabar con “una imagen positiva”.