Años han tenido que pasar desde que se presentase la primera cámara sin espejo hasta que al fin se ha generado un modelo capaz de competir con las réflex de formato completo. Pero la espera ha merecido la pena, y al fin Sony podrá afirmar aquello de que la tecnología inaugurada por las NEX puede suplir perfectamente a las réflex de toda la vida.
Sony A7
Se caracteriza por su tamaño reducido y sus prestaciones profesionales. Un diseño muy similar al de las Cyber-Shot que alberga un sensor de 35 mm CMOS con 24 megapíxeles.
En la parte superior de su cuerpo incorpora un visor electrónico de tecnología OLED y pesa menos de medio kilo a pesar de su fabricación en aleación de magnesio, que garantiza una buena resistencia al polvo y a la humedad.
El encargado de manejar la información captada por el sensor es el motor Bionz X, que además tiene que lidiar con un sistema de enfoque híbrido que funciona por detección de fase.
En lo que se refiere a la grabación de vídeo, la Sony A7 maneja formatos Full HD a 60 y 25p, y permite controlar manualmente la filmación de películas en tiempo real.
Además de contar con otros muchos pequeños detalles ya presentados en otros modelos inferiores (como la pantalla trasera abatible), la nueva Full Frame de Sony viene equipada con WIFI y NFC.
El cuerpo de la cámara saldrá por 1500€.
Sony A7R
Casi idéntica a su hermana, sólo se diferencia de ésta en el sistema de enfoque y en la resolución de su sensor, que pasa de los más que suficientes 24 megapíxeles a unos desorbitados 36 (sí, más resolución, pero también peor calidad de imagen).
Por supuesto, esta diferencia resolutiva incide en su precio, que se va a los excesivos 2100€.
Nuevos objetivos y dos adaptadores
Claro que las sin espejo de formato completo no han venido solas. Junto a ellas, Sony ha presentado seis nuevos objetivos optimizados para el sensor de formato completo (entre los que se incluyen tres Carl Zeiss) y dos muy necesarios adaptadores, que permiten utilizar las lentes ya existentes en los nuevos modelos.