Cuentan que Picasso no dejaba entrar a nadie en su estudio de trabajo. Es decir: nadie podía verle trabajar con una curiosa salvedad: Brigitte Bardot, a quien seguramente el pintor malagueño encontraba más bella que todo lo que era capaz de producir en sus lienzos.
De este modo, el estudio del artista se puede entender como un trozo de su alma o su imaginación, como un páramo privado en el que cada elemento presente en él posee una significancia íntima que ninguna mirada impropia puede entender.
Partiendo de esta idea, el fotógrafo Jesús Císcar ha presentado este martes 48 fotografías de gran formato que sirven como corolario a una exposición que indaga en la naturaleza de los artistas más relevantes de la historia reciente de la Comunidad Valenciana.
De este modo, hasta el próximo 27 de abril el Centro Cultural de la Fundación Bancaja de Valencia acogerá una muestra que pretende reivindicar las figuras más elementales de su historia artística mostrando las mismas entrañas de sus 44 creadores contemporáneos más relevantes.
Las fotografías de Císcar sólo son, sin embargo, una parte más de un montaje mucho más complejo: los textos de Martí Domínguez, la exposición de las obras de los autores desnudados y las propias fotografías de Císcar redundarán en la idea de que el artista es tanto su biografía como su obra y su lugar de trabajo.
Asimismo, la muestra ha servido para publicar un libro de textos y fotografías (firmados, evidentemente, por Martí Domínguez y Jesús Císcar respectivamente) titulado Estudios de arte y que redunda en la visión y la lectura integral de la figura del artista.
En definitiva: una interesante exposición en la que se muestra cómo la narrativa, las expresiones artísticas plásticas y la fotografía pueden aunarse para dar lugar a una comprensión sistemática del fenómeno creativo.