Y todos los rumores se hicieron realidad: Nikon ha lanzado al fin su esperada réflex de formato completo Nikon Df siguiendo una estética que cuestiona muchos planteamientos modernos: más pequeña que las réflex tradicionales y con un aspecto claramente retro, nos invita a pensar en la fotografía en términos clásicos.
Nikon Df
Imposible empezar a hablar de lo nuevo de Nikon sin subrayar su aspecto vintage. Sus dimensiones y su estructura nos hacen pensar invariablemente en las cámaras de los años 50. Así, recupera incluso detalles que no veíamos en una cámara réflex desde hace medio siglo, como el disparardor del obturador integrado en el anillo del objetivo y la clavija situada sobre el dial para acoplar un flash externo.
Eso sí: a pesar de su aspecto, la Df asume las mejores virtudes de la fotografía digital: sensor de formato completo de 16 megapíxeles idéntico al de la Nikon D4, visor con cobertura del 100%, un ISO que puede forzarse hasta los 204.800, 5,5 fotogramas por segundo y sistema de enfoque automático compuesto por 39 puntos.
Nada de moderneces
Eso sí, las prestaciones de la que ya se presume como una de las cámaras con mejor sensor del mundo puede perturbar a más de uno: la Df carece de grabación de vídeo y prescinde de muchas de las chorradas a las que nos venían acostumbrando modelos de gama media.
Así, olvidaos de ajustes preestablecidos de disparo, escenas o filtros de cualquier clase. Aquí todo es manual y funciona como siempre han funcionado las cámaras de veras.
Nikkor 50mm f/1.8
Para finalizar, la nueva cámara FX de Nikon viene con un renovado objetivo 50mm f/1.8, que se distingue mayormente de su predecesor por su estética vintage.
El conjunto saldrá a la venta por un precio aproximado de 3000€, lo que ya está causando más de un sofoco entre los nikonistas de toda la vida.