Perder a un ser querido siempre es duro, pero lo más duro es perder a una madre, y es que nuestras madres son esas personas que nos alimentan durante meses, que nos llevan dentro y que nos protegen lo máximo posible, que dejan de hacer ciertas cosas por nosotros y que, en definitiva, dan su vida por la nuestra.
Es por eso por lo que, cuando he visto esta sesión de fotos, he tenido que venir a mostrarla, y es que es una sesión que no debe pasar desapercibida. Siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras, y yo siempre lo repito porque es totalmente cierto, la fotografía tiene el don de dar un ‘pellizco’ en el alma, y es por eso por lo que es tan mágica, además de que nos ayudan a recordar a personas y momentos que, aunque no queramos, terminan por irse de nuestra memoria.
Es por eso por lo que una familia de Ohio ha querido hacer esta sesión de fotografía, para recordar en el futuro su presente, rememorando al pasado. Las fotografías las podéis ver en el blog Loft3D, no os las perdáis, merecen muchísimo la pena.
La historia es bastante triste, y es que se trata de Ali Nunery, una maestra de escuela que falleció a los 31 años de edad de una forma extraña, de cáncer de pulmón, dejando aquí a su marido, Ben, y a su hija Olivia, que en el momento, en el 2011, tenía tan solo un año.
El pasado mes de noviembre, Ben, el marido y padre, quiso rendir un homenaje a su mujer a través de su hija y de la fotografía, como ya hemos dicho, y para esto recrearon algunas de las fotografías realizadas en el día de la boda, en su nueva casa, que en estos momentos era la casa que abandonaban.
Sin duda es un recuero genial que Olivia, la hija, recordará con ternura y alegría, y es que, aunque su madre ya no esté con ella, al menos tendrá las fotografías para recordarla.