Tras la pasada edición, que se caracterizó por la controversia, World Press Photo acaba de dar a conocer a los ganadores de la presente curándose en salud. Así, ha puesto en práctica por primera vez la política editorial que exige a los participantes que manden los archivos RAW al jurado, evitando cualquier disquisición en torno a posibles retoques y procesados.
En total se han presentado casi 100.000 fotografías, realizadas por 5.700 fotógrafos procedentes de 132 países distintos. Y aunque, como no podía ser de otro modo, la mayor parte de las imágenes retratan la crudeza del mundo que habitamos, también ha habido hueco para fotografías de naturaleza o deportes.
El ganador de la presente edición ha sido el fotógrafo estadounidense John Stanmeyer, reportero de la VII Photo Agency, gracias a una imagen surrealista en la que varios emigrantes alzan su teléfono al cielo para coger algo de cobertura en Yibuti, escala en su peregrinaje hacia Europa.
La fotografía fue publicada originalmente en National Geographic, y su juego de luces y sombras con el mar de fondo supone una rara avis dentro del tipo de imágenes que suelen resultar ganadoras en el certamen fotoperiodístico por excelencia.
Esta misma imagen le ha valido también a Stanmeyer el primer premio dentro de la categoría Contemporary Issues, que se ha visto literalmente inundada por fotografías que hacen referencia al conflicto de Siria.
Dentro de la categoría Sports Action, el ganador ha sido el argentino Emiliano Lasalvia, mientras que Fred Ramos ha ganado el premio a mejor fotografía de Daily Live y el serbio Goran Tomasevic el de Spot News.
Mención aparte merece el trabajo de Rena Effendi, quien se ha llevado dos premios dentro de la categoría de Retratos.