Adobe Photoshop es un estándar. Es un programa que tiene instalado incuso quien no le da ningún tipo de uso, por eso de tener a mano la aplicación-panacea que alguna vez te sacará de un embrollo o que alguna vez te pondrás a aprender para volverte un diseñador o un fotógrafo famoso y rico.
No nos engañemos. ¿Cuántos de los que tienen instalado este programa lo compran? ¿Un 5%? Bueno, no vamos a estimular el siniestro ejercicio de la piratería de aplicaciones desde esta página, pero asumamos una realidad evidente: de ser un programa que sólo se pudiese obtener pagando su licencia, la inmensa mayoría de sus actuales usuarios pasarían a buscar una alternativa eficiente.
Y de entre todas las alternativas existentes, Gimp (“GNU Image Manipulation Program”) es, sin lugar a dudas, la más interesante. ¿Por qué? Pues por muchas razones:
Para empezar es gratuito y forma parte de ese genial proyecto de corte utópico conocido como GNU: software gratuito y libre, con un código no restringido que permite que una comunidad abierta de desarrolladores aporte sus propias ideas para mejorar las aplicaciones.
Además ofrece prácticamente las mismas herramientas básica que Photoshop: selección, tijeras, brochas, inserción de texto, filtros, niveles, saturación, etcétera; permitiendo el uso de plugins para automatizar procesos o mejorar su rendimiento.
Por supuesto soporta todos los formatos usuales en el mundo de la edición gráfica: JPEG, GIF, PNG, TIFF y, por supuesto, RAW, poniendo a disposición del usuario el plugin UFRaw.
Para terminar (aunque podríamos extendernos mucho más), es mucho más ligero que Photoshop y se adapta perfectamente a cualquier sistema operativo.
Por supuesto, el programa también tiene sus deficiencias, como la imposibilidad de trabajar con 16 bits por canal, pero las continuas actualizaciones de la aplicación mejoran constantemente su rendimiento.
¿Alguien da más por menos?
[…] más) de programas relacionados con el revelado y el retoque fotográfico: Photoshop, Capture One, Gimp o incluso nimiedades como Instagram. Sin embargo, transcurren los meses y nos seguimos dejando en […]