Wow, llega la época estival y con ella las vacaciones y un montón de ocasiones para realizar escapaditas con nuestra eterna compañera, la cámara de fotos. No obstante nos resultará de gran ayuda preparar nuestro equipo fotográfico para esta intensísima época, que nos va a deparar montones de ocasiones en las que ensayar y dar rienda suelta a la experimentación.
Si vamos de viaje, nuestro primer consejo es el de aligerar el equipaje y ahí también entran los bártulos de fotografiar. Usa la cabeza y sé práctico, a veces nuestra pequeña compacta puede ser una estupenda aliada cuando el equipaje y las circunstancias no nos van a permitir cargar con la réflex.
En este último caso te digo que las vacaciones también son el momento más propicio para darle mala vida a nuestro equipo, así que ojito con la arena, el agua, la humedad… y los golpes. Protege la cámara y sus objetivos de la manera más adecuada y, por cierto, échale el otro ojo a los posibles chorizos y tironeros y, por supuesto, no hagas alardes ridículos ante personas con menos recursos. Sé discreto.
Infórmate si podrás recargar baterías o necesitas otras fuentes de alimentación para la cámara. También has de pensar en la forma de almacenar las fotos: tarjetas, algún disco duro externo…
Pide permiso para retratar a personas y propiedades privadas. Sé respetuoso, abierto y agradecido y también, cómo no, déjate encandilar por los lugares más cotidianos y los alejados del tipismo turístico.
Deja libre tu mente de reportero, de narrador de historias y déjate seducir por la idea de contar cosas, de realizar reportajes. Sé original y experimenta con tu equipo, encuadra desde otros ángulos, déjate llevar por la luz, no olvides que estás de viaje con la cámara.