Mientras los rumores y las filtraciones terminan de conformar el aspecto, las prestaciones y los precios de la nueva réflex de iniciación de Pentax (la K-30, para más señas), desde la propia compañía han presentado un nuevo modelo que viene a competir con las compactas más básicas del mercado.
Ahora bien, tratándose de la marca nipona, la Pentax Optio LS465 no puede resultar más atractiva: En primer lugar, llama la atención su cuidadísimo diseño, pequeño y robusto, que cuenta con un muy interesante aliciente: su carcasa frontal es personalizable, ofreciendo distintos colores y formas.
En segundo lugar, sus prestaciones, que apuntan al sector más económico de las cámaras compactas: monta un sensor de 16 megapíxeles (lo que no está nada mal, desde luego), un objetivo (por supuesto, no intercambiable) de 28 milímetros (¿un gran angular?) que es capaz de ofrecer un zoom de 5 aumentos, que lo convierten en un 140mm.
En lo que se refiere a la grabación de vídeo, ofrece filmación en HD a 720p, así como un botón independiente para activarla sin tener que andar husmeando y perdiendo el tiempo por el menú.
Por último, la Pentax Optio LS465 (esperemos que le cambien el nombre) no dispone de visor y monta una pantalla trasera de 2,7 pulgadas, que ocupa la mayor parte de la compacta.
Eso sí, casi todos los procesos de disparo y grabación de vídeo están automatizados, apuntando de esta manera a un cliente que no busca la creatividad o experimentos fotográficos avanzados; sino una cámara sencilla y bien diseñada que permita hacer fotos sin entrar en honduras de ninguna clase.
Aunque aún se desconoce su precio (dentro de un mes, cuando la lancen oficialmente, lo conoceremos), estoy convencido de que, si pretende ser un modelo competitivo, difícilmente costará más de 120€.