Paradoja: si construimos una cámara que sea capaz de captar imágenes mejor que el propio ojo humano, sus resultados no podrán ser apreciados por éste. Es decir: su resolución sería tal que no podríamos apreciarla porque estamos limitados por las condiciones de posibilidad de nuestra percepción. Es como si hacemos música con frecuencias de sonido que no son apreciables por el oído (¿música para perros, por ejemplo?).
Aunque claro, el prototipo Aware-2, diseñado y fabricado por la Universidad de Duke (Estados Unidos), tiene unas aplicaciones diferentes a la que apuntamos. Así, podríamos acceder a un sector de la imagen y penetrar literalmente en él sin que se resienta la calidad de lo que vemos.
Vayamos con los detalles: esta cámara es la primera que alcanza una resolución superior al gigapíxel (1000 millones de píxeles), y sus fabricantes aseguran que es capaz de captar imágenes de cincuenta mil millones de píxeles (para que se hagan una idea, la Canon EOS 7D capta 18 millones de píxeles).
Obviamente, aún no existe una tecnología capaz de crear un sensor que capte en bruto tal cantidad de información; así que los chicos de la Universidad de Duke han optado por un modelo de ingeniería muy similar al de otra supercámara que os mostramos recientemente y que consiste en juntar en un solo cuerpo 98 sensores coordinados.
Pero la gran novedad de la Aware no se encuentra sólo en su prodigiosa resolución, sino, sobre todo, en el procesador que acompaña al monstruo, y que es capaz de ofrecer los resultados de lo captado de manera casi instantánea, abriendo así todo un campo de posibilidades para el mundo de la televisión, el vídeo o los productos multimedia.
Creo que será bastante complicado encontrarse a alguien con uno de estos prototipos por la calle o en un concierto de música; aunque los responsables del invento aseguran que con el paso del tiempo irán reduciendo su tamaño.