Según podemos leer en la página japonesa de fotografía y tecnología Egami, Nikon acaba de patentar un ocurrente sistema para facilitar la realización de barridos con sus cámaras.
Habitualmente, un barrido se consigue disparando en modo manual y ajustando la velocidad de obturación y la apertura de tal modo que el fondo aparezca movido mientras el tema central de la fotografía aparece nítido y definido.
El truco es bien sencillo: hay que emplear una velocidad de obturación lenta (aunque sin pasarse) y seguir con el enfoque el movimiento de aquello que queremos que aparezca bien enfocado.
La técnica no es muy compleja que digamos. Sólo requiere de cierta práctica. Y sus resultados son verdaderamente fascinantes, consiguiendo unas imágenes que expresan una sensación de movimiento inigualable.
¿Pero qué sucede cuando a uno le da igual la técnica fotográfica y sólo quiere los resultados que se pueden obtener con ella? Pues que marcas como Nikon implementan nuevas tecnologías que permiten hacer barridos sin tener que preocuparse de aprender nada.
La patente que acaban de presentar al respecto es realmente ingeniosa: gracias a la evolución de los procesadores que llevan actualmente las cámaras digitales, es posible realizar dos fotos de manera simultánea, de un solo disparo. Así que, para lograr un barrido sin más problemas, a los japoneses se les ha ocurrido que sus cámaras hagan una toma con una velocidad de obturación rápida (todo aparece enfocado) y otra, simultánea, con una velocidad de obturación lenta (todo aparece barrido).
Posteriormente, el software de la cámara se encargará de fusionar las dos imágenes, dejando el fondo movido y el objeto enfocado o “perseguido” nítido, como en un barrido perfecto.
La idea es magnífica, desde luego, aunque creo que siempre es preferible dominar la técnica aunque al final emplees el comodín de Nikon. Recuerda que toda la creatividad fotográfica se encuentra en el empleo de los modos manuales de disparo.