En este caso, las buenas noticias no vienen solas; y si ayer os hablamos de la versión 2 de la sin espejo de Nikon, hoy le toca el turno a tres nuevos objetivos que vienen a hacer más apetecible la compacta nipona.
En primer lugar nos encontramos con un objetivo fijo de 32mm que, traducido a paso universal (es decir, a sensor de 35mm), se convierte en un 86, una focal quizás un pelín larga para ser tan adecuada para retratos como pretenden los nipones en su anuncio.
Eso sí, destaca su luminosidad de f1.2, que lo convierte en un objetivo especialmente apropiado para trabajar con luces bajas o para hacer fotografías de conciertos.
En segundo lugar nos encontramos con un nuevo zoom corto 6,7-13 mm f3.5-5.6 VR. Esto es: una suerte de gran angular (18-35 en paso universal) que destaca muy particularmente por su sistema estabilizado y por su ángulo de visión del 100%.
Por último, Nikon cierra esta nueva hornada de objetivos de montura CX con un zoom largo que va desde los 10 hasta los 100mm (27-270 en paso universal), como el modelo ya presentado hace tiempo aunque sin su zoom motorizado. Así, se trata de una focal más apropiada para fotografía que para grabación de vídeo (lo que, por otra parte, bajará ostensiblemente su precio; o eso esperamos).
En lo que se refiere a su luminosidad, el nuevo zoom largo de Nikon se queda un poco corto y parte de un número f 4.5-5.6 (recordad que el primer número sólo hace referencia a la apertura del diafragma cuando operamos con el rango de zoom más corto).
Al igual que sucede con la Nikon 1 V2, aún no sabemos con certeza cuándo podremos ver en los escaparates los nuevos objetivos, aunque se presume que será para principios del año que viene.