Aunque el año pasado se recordará (entre otras cosas) por el saco de errores de fabricación en los nuevos modelos comercializados por Canon, Nikon tampoco se salvó de la quema y tuvo que solucionar fallos menores con sendas actualizaciones de firmware.
Y parece que el año 2013 no va a ser diferente.
Después de las críticas masivas por parte de los usuarios de la nueva D600 a Nikon y las sospechas suscitadas por los análisis de los medios especializados en fotografía, a la multinacional no le ha quedado otra que reconocer la realidad del fallo, que (esto sí es grave) no se podrá solucionar a través de la manida actualización de firmware.
Así, el problema de la D600 se debe a un error de fabricación, que se traduce en la aparición de manchas en el sensor de la SLR.
Según el comunicado recién emitido por la sección europea de Nikon, las manchas aparecen debido al funcionamiento interno de la cámara, que emite partículas de polvo que se adhieren al filtro de paso bajo del sensor y que en algunas y muy contadas ocasiones aparecen en las fotografías.
Las soluciones ofrecidas en el comunicado son bastante crípticas, y dejan insatisfechos a la gran mayoría: limpiar el sensor adecuadamente y, si persiste el problema, ponerse en contacto con el servicio técnico de la marca.
Recordar que la Nikon D600 fue presentada en su día como la Full Frame más barata de Nikon, como un intento por acercar al usuario avanzado a los modelos realmente profesionales sin tener que desembolsar una cantidad importante de dinero.
¿Habrá conducido el abaratamiento de costes al desarrollo de un modelo tarado? ¿Terminará afectando el fallo a todos los modelos (recordar que la 600D lleva pocos meses en el mercado) o se tratará sólo de un número controlable de modelos mal producidos?