No hace demasiado tiempo hablamos de los parasoles y de lo necesario que eran, tanto en exteriores como en interiores y es que, además de hacer que nuestras fotografías sean mejores, más profesionales, nos ayuda a proteger las lentes de las objetivos, ya que, como dijimos, si se recibe un golpe, antes da en el parasol y, obviamente, es más económico que un nuevo objetivo.
Hoy vamos a conocer los tipos de parasoles que existen en la actualidad. Lo más habitual, es decir, lo común, es que los parasoles sean dos tipos; o bien en formato tubo o en forma de pétalo.
El primero de ellos, el de formato tubo, se suele usar para teleobjetivos y nunca para distancias focales cortas, ya que el parasol podría salir en la toma, es decir, en el encuadre, al ser totalmente recto. Por otra parte, el de forma de pétalo se usa en objetivos angulares y, al contrario que el anterior, se suele usar para focales cortas por lo que ya dijimos.
En cuanto a la colocación del parasol, por si nunca habéis tenido uno, se suelen enganchar al objetivo de una forma parecida a como se enganchan los objetivos al cuerpo de la cámara. Tienen una marca, generalmente, que nos indica donde lo debemos colocar antes de girar. Aún así, también podemos encontrar otros modelos de parasoles que se enroscan al objetivo como si fuesen un filtro, también muy cómodo, aunque, si tengo que escoger, me quedo con la primera forma de colocación.