Sigma ha tenido una idea que puede terminar resultando sumamente útil para aquellos fotógrafos que desean cambiar de formato de cámara y no se atreven por lo que conlleva: tener que vender los objetivos que uno ya posee para hacerse con todo un nuevo equipo.
Esto sucede, por ejemplo, cuando pasamos de una cámara de sensor APS-C a una con sensor Full Frame. Así, en el caso Canon, por ejemplo, sólo nos valdrán los objetivos de la gama L y los de montura EF (razón por la que siempre se recomienda invertir en objetivos antes que en cuerpos de cámara), teniendo que deshacernos de los EF-S.
¿Qué es lo que ofrece Sigma? Muy sencillo: les mandamos nuestro objetivo y en un periodo estimado de 4 o 5 semanas (lo hacen en su sede central de Japón) nos lo devuelven con su nueva montura.
Ahora bien, el servicio sólo es válido para los objetivos Sigma pertenecientes a las gamas Contemporary, Art y Sports distribuidos por Reflecta, lo que deja en fuera de juego a un buen número de lentes.
Los precios son sumamente interesantes para que nos hagamos una idea de si os merece o no la pena realizar el cambio de montura: 100€ para los objetivos DN, 200€ para los objetivos con “distancias focales standard”, y 325€ para los teleobjetivos.
¿Tiene sentido el cambio de montura de Sigma? Desde luego, si tenemos un muy buen objetivo que necesitamos para trabajar y su equivalente en otra montura es demasiado caro, sí. Ahora bien, si hablamos de un objetivo mediocre, no lo creo.
Sería interesante que marcas como Nikon o Canon, que venden sus objetivos profesionales a unos precios astronómicos, tomasen nota de esta nueva aventura de Sigma; aunque me temo que no les resultaría en absoluto rentable.
El Servicio cambio de montura estará disponible en todo el mundo a partir del próximo mes de septiembre.