Seguimos con las novedades presentadas por los fabricantes de cámaras en la feria de la fotografía CES Las Vegas, en esta ocasión con una de las renovaciones más sonadas de Nikon, la de su réflex más pequeña y modesta.
La nueva versión, denominada Nikon D3300, destaca en primer lugar por su resideño externo, que la convierte en una de las réflex de tamaño más comedido (aunque sin alcanzar la proeza de la Canon 100D) y más ligeras (sólo 400 gramos).
Conserva con respecto a su predecesora el sensor CMOS tamaño APS-C de 24 megapíxeles, aunque desde la firma nipona prometen un rendimiento muy superior gracias a la eliminación del filtro de paso bajo y a la implementación de un nuevo procesador, que bajo la nomenclatura Expeed 4 posibilita trabajar con una mayor sensibilidad ISO (hasta 25.600) y un disparo en ráfaga de 5 fotogramas por segundo.
Por lo demás, la D3300 conserva las mismas especificaciones que su predecesora. A saber: grabación de vídeo en Full HD hasta 60p, pantalla trasera no abatible de 3 pulgadas y sistema de enfoque compuesto por 11 puntos.
Eso sí, contra todo pronóstico, la nueva miniatura de Nikon no posee WIFI integrado.
Nuevo Nikkor 18-55
Nikon ha aprovechado el lanzamiento de su D3300 para renovar el objetivo más usado y modesto de la firma, que ha bautizado con el nombre Nikkor 18-55mm f3.5-5.6 G VR II.
Su principal novedad se encuentra en su diseño, que se ha ajustado a las dimensiones del cuerpo de la réflex básica y que ahora pasa a incorporar un zoom retráctil (que sale del cuerpo del objetivo cuando lo desplegamos).
Sólo pesa 195 gramos y mide 60 milímetros cuando no activamos el zoom, manteniendo tanto la luminosidad como la cobertura focal de su predecesor.