Quien diga que las críticas al iPhone 6 son excesivas o que su cámara no tiene nada que envidiar a la del resto de cámaras integradas en los móviles de gama alta de la competencia, es que no sabe lo que se dice.
Hasta ahora, Photokina nos ha servido para ver el lanzamiento de muchas cámaras con sensor tamaño APS-C, las derivas exquisitas de Leica y la presentación de nuevos objetivos tremendos; lo que pocos esperaban era este movimiento por parte de Panasonic: el lanzamiento de un móvil con una cámara impresionante.
Panasonic DMC-CM1: mejorando lo presente
La gran noticia para los amantes de la fotografía móvil no se encuentra sólo en que una gran fabricante de cámaras se haya atrevido con un smartphone, sino, sobre todo, que su cámara introduce una de las innovaciones más demandadas por los críticos: la inclusión de un sensor de mayor tamaño.
Porque asumámoslo, uno de los grandes hándicaps de la fotografía móvil se encuentra en el diseño de los dispositivos: el amor por los terminales delgados, estilizados y mínimos ha obligado a los fabricantes a emplear captores que dejan muy poco a la imaginación.
Te pueden vender mil aplicaciones para mejorar el rendimiento de la cámara, tuneos y filtros facilones, pero si la base de la cámara (su sensor) es más que cuestionable, no hay nada que hacer.
Así que Panasonic ha presentado un teléfono con Android denominado Panasonic DMC-CM1, y que destaca por encima del resto gracias a su sensor CMOS de una pulgada (el mismo que emplea, por ejemplo, la Nikon 1), el doble de grande que el de cualquier otro terminal.
De este modo, sus 20 megapíxeles están más que justificados, además de su procesador de 4 núcleos Snapdragon y sus dos gigas de RAM.
Si a todo esto unimos, además, un objetivo integrado Leica DC Elmarit f/2.8 28mm, la introducción de un modo completamente manual y la grabación de vídeo en formato 4K (sí, 4K), poco queda por añadir… Bueno, sí, que tendrá un precio bastante desorbitado que rozará los 900 euros.