Si alguna vez os habéis preguntado cómo hace Google para cartografiar y fotografiar el mundo para luego ponerlo a nuestros pies a través de Street View, su último trabajo en el desierto de Liwa puede resultar singularmente ejemplar.
Como ya sabréis, si consultamos Google Maps y optamos por la perspectiva Street View accederemos a una imagen panorámica e interactiva de muchas partes del mundo. Esta manera de desplazarnos virtualmente a través de calles y parajes tuvo en sus orígenes una función orientativa: podíamos conocer el aspecto del sitio al que queríamos llegar antes de hallarnos siquiera en él; ahora bien, con el paso del tiempo Google se ha propuesto mostrar el aspecto de lugares a los que difícilmente podemos acceder.
Esta cartografía fotográfica del mundo se basa en el empleo de una cámara denominada Trekker, que viene a ser una suerte de bola ubicada sobre un trasto que mide más de un metro y pesa más de 18 kilos.
En dicha bola hay un conjunto de cinco cámaras, que se activan automáticamente cada dos segundos y medio generando una ingente cantidad de información que se almacena en un inmenso disco duro.
Ahora bien, como habréis imaginado, debido a su peso, llevar una Trekker encima resulta sumamente engorroso, por lo que es habitual verla acoplada a coches, aviones y todo tipo de vehículos.
El último ingenio de Google para conseguir panorámicas del desierto de Liwa (Emiratos Árabes) ha supuesto todo un hito dentro de esta singular empresa: puesto que era imposible que un ser humano o cualquier tipo de vehículo cruzase dicho desierto, han optado por colocar las cámaras a lomos de camellos, que lo han cruzado aprovechando la mejor luz del día para obtener unas panorámicas únicas.
Desde la propia página de Google nos animan a que nos convirtamos en Trekkers y a que tomemos panorámicas de sitios de difícil acceso, aunque mucho nos tememos que nunca fuimos camellos.
Fuente: AltFoto