Es el caso de Prynt, una mezcla de hardware y software que aún se encuentra en fase de desarrollo y financiación a través de crowdfunding. Básicamente consiste en una carcasa impresora que se acopla al móvil y permite que imprimamos nuestras fotos de manera instantánea.
Así, no funciona a través de WIFI o Bluetooth, sino por contacto directo, y además dispone de un botón físico para que nuestro teléfono móvil se parezca de verdad a una cámara de fotos.
Esto supone, obviamente, un incremento tanto del tamaño como del peso del dispositivo, pero a cambio podemos disponer al fin de un formato fotográfico no digital, de una foto de las de siempre.
Por supuesto, Prynt viene con una serie de aplicaciones para mejorar el aspecto de las fotografías, decidir cuál debe ser su formato o incluso ver un vídeo que reproduce el momento en el que realizamos la toma.
Por otra parte, la compañía en ciernes pretende abarcar el mayor número posible de móviles fabricando diferentes carcasas, aunque habrá que esperar a que el proyecto se financie por completo para conocer qué móviles y qué sistemas operativos serán compatibles.
El artilugio tendrá un precio de 100 dólares, y cada papel fotográfico saldrá por unos 30 céntimos de dólar.
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