Ésta sí que es buena. Según podemos leer en el diario Público, dos investigadores norteamericanos han creado un programa que es capaz de detectar los retoques digitales de una fotografía y descubrir el aspecto original de la imagen.
La finalidad de este software no tiene absolutamente nada que ver con la fotografía en sí misma e incide más bien en su vertiente moral: como ya señalamos, en EEUU comienzan a plantearse la prohibición de los retoques excesivos en las fotografías de celebrities y de moda.
Las imágenes estéticamente forzadas de mujeres imposiblemente delgadas y rostros eternamente lisos cual pieles de tambor inciden directamente sobre la imagen que los adolescentes y los no tan adolescente se crean de sí mismos, perturbando sus hábitos alimenticios y su relación con la realidad. Así que no se trata de una cuestión estética, sino psiquiátrica.
No vamos a profundizar demasiado en el asunto por su delicadeza, pero considero que una buena educación es siempre preferible a cualquier forma de prohibición. Los conflictos éticos se pueden solucionar en muchas ocasiones ofreciendo a los más susceptibles las herramientas necesarias para discernir lo real de lo ficticio o para prestar más atención a lo que sucede debajo de la piel que a lo que sucede en la superficie de nuestra identidad.
Tampoco quiero pecar de frívolo, y entiendo que cuando no es posible (o no se quiere) invertir en una educación y en una formación de calidad; y, sobre todo, cuando el consumo (tanto de productos inanimados como de estrellas de cine) determina los valores de una sociedad dada, no hay más remedio que atajar el problema obviando su raíz y podando sus ramas.
El algoritmo empleado por los dos investigadores del Darmouth College de Hanover me parece tan anodino que me limitaré a parafrasear su descripción: reunieron 468 pares de fotografías (la mitad retocada y la otra mitad sin retocar) y aplicaron un modelo matemático que sistematizó las alteraciones digitales en ocho parámetros geométricos y fotométricos, que validaron con la ayuda de voluntarios. Posteriormente aplicaron el algoritmo al azar a diversas fotografías de moda, logrando unos resultados más que favorables.
Adrian says
ESO ES PARA ENGAÑAR INCAUTOS. ES IMPOSIBLE POR MEDIO DE ALGORITMOS DETECTAR ÉSTO Y MUCHO MENOS REVERTIRLO. OJO, QUE UNA GRAN MAYORÍA DE LA INFORMACIÓN PUBLICADA EN INTERNET SOLO CREA RUMORES FALSOS DE COSAS IMPOSIBLES.
Pablo Bernardo says
Bueno, en este caso la información está extraída de la propia página de Xerox, así que no puede ser un rumor. Pero estoy contigo en que este tipo de algoritmos suelen dejar mucho que desear, como el reconocimiento de caras en el iPhoto, los ajustes automáticos en los programas de edición amateur o el reconocimiento por voz… ¿Lo conseguirán alguna vez? Pues me imagino que sí; aunque estoy seguro de que ningún algoritmo puede decir qué es bueno o malo, porque eso son criterios subjetivos, estéticos, basados en la percepción humana; no en una media ponderada de niveles y ajustes utilizados en fotos votadas positivamente en Flickr.
Un saludo.