Desde que decidió apostar fuerte por la grabación digital de vídeo, Canon no ha parado de estrujarse las meninges para ofrecer innovaciones que faciliten el uso de sus réflex para grabar chorradas diversas o incluso películas a un nivel prácticamente profesional (ya hay por ahí películas grabadas con una 7D, por ejemplo).
Así que aprovechando el lanzamiento de la nueva EOS 650D (que ha levantado muchas expectativas, la verdad) ha anunciado dos nuevos objetivos especialmente pensados para la función de grabación de vídeo implementada en todas sus réflex.
Lo más destacable de ambos objetivos se encuentra en que son los primeros de la marca que emplean un nuevo motor de enfoque ultrasilencioso denominado STM (es decir: Stepping Motor), que además posee un autoenfoque avanzado y preciso.
El EF-S 18-135mm f/3.5-5.6 IS STM es un viejo conocido remozado con el mencionado motor STM. Según la propia compañía, se trata de un objetivo ideal para viajes, y posee estabilizador dinámico y requiere de sólo 39 centímetros para enfocar.
Su precio rondará los 500 euros.
Por otro lado, Canon ha presentado el EF 40mm f/2.8 STM, un pancake (focales fijas y pequeñas) muy luminoso y ultraportátil (apenas pesa 130 gramos) diseñado para las cámaras de formato completo (aunque, obviamente, se puede usar en una con sensor APS-C).
Además de incluir el motor STM, la marca nipona destaca la calidad que ofrece en todas las áreas de la imagen captada, su versatilidad para trabajar con poca luz, su distancia mínima de enfoque (30 centímetros) y el control electromagnético del diafragma.
Su precio es realmente atractivo: sólo 240 euros.
Ambos objetivos saldrán a la venta el próximo mes de julio, y son especialmente atractivos para aquellos foteros que además de echar fotos gustan de grabar sus cosillas sin tener que dejarse un dineral en una cámara profesional.