Aunque ya hace bastante tiempo que se produjo el aterrizaje de las micro cuatro tercios y las evil en el mercado fotográfico y la revolución prometida por sus principales valedores no se ha materializado, aún siguen llegándonos cantos de sirena por parte de marcas como Panasonic.
Así, en la presentación de la Lumix G5 (renovación de la G3), aseguran que este modelo puede “plantar cara” a las réflex, lo que ha suscitado más de un bostezo entre los gurús de la tecnología.
En cualquier caso, la “nueva” micro cuatro tercios de Panasonic presenta una serie de novedades verdaderamente interesantes con respecto a la “antigua” G3.
Mantiene su sensor de reducidas dimensiones (ay, que no aprendemos) en el que se dan de codazos 16 megapíxeles, aunque notablemente mejorado por el motor Venus Engine VII HD, que permite luchar mejor contra las sensibilidades altas (talón de Aquiles de las cámaras de sensor reducido) y mejorar las prestaciones referidas a la grabación de vídeo (Full HD a 50p y de 1920 x 1080).
Por otra parte, mejora el disparo en ráfaga, permite realizar operaciones de enfoque con su pantalla abatible y capacitiva y nos ofrece la posibilidad de manejar el zoom con un nuevo botón situado sobre su cuerpo.
El diseño, a grandes rasgos, se ha mantenido con respecto a la Lumix G3, aunque su empuñadura (precisamente donde han situado el botón para manejar el zoom) ha engordado notablemente, aunque sin llegar a alcanzar las dimensiones de una réflex.
La Lumix G5 se pondrá a la venta acompañada por un objetivo 14-42 mm f3.5-5.6 que permitirá hacer uso de dicho zoom (que no funciona con todas las focales); y sólo habrá que esperar unos meses para saber si se trata realmente de una alternativa real a las réflex de toda la vida.