Seguro que en alguna que otra ocasión habéis ido a realizar una fotografía y habéis visto en el frontal del objetivo alguna huella, por lo que le habéis echado al aliento y limpiado, seguidamente, con una toallita. Pues bien, según parece esto está muy mal hecho, y es que Nikon ha desaconsejado este hábito por completo.
Según nos comunican desde Nikon, nuestro aliento contiene algunos ácidos que pueden dañar las capas protectoras que recubren los objetivos, vamos que podemos estropear nuestro objetivo por echarle el aliento para limpiarlo.
A continuación os dejamos con las palabras de Nikon al respecto:
La mejor forma de limpiar una lente es usar un trapo para limpieza de lentes del que no suelta pelusa y una pequeña cantidad de solución limpiadora. No uses nada que contenga elementos abrasivos o disolventes, usa únicamente una solución limpiadora de lentes.
Primero recomendamos usar un pequeño pincel con soplador para eliminar el polvo o los residuos que estén sueltos.
A continuación, pon una o dos gotas de limpiador en el trapo (nunca hay que ponerlo directamente en el objetivo) y limpiar la lente usando un movimiento circular, empezando en el centro y yendo hacia el exterior, eliminando así las manchas.
Si no se dispone de los elementos mencionados arriba se puede usar un trapo suave y limpio que no suelte pelusa. No eches el aliento al objetivo para crear vaho y limpiarlo. Hay ácidos dañinos en el aliento que pueden dañar los recubrimientos de las lentes. Usa únicamente el soplador, después el pincel y limpia la lente en espiral desde el centro hacia los extremos.
Este mismo método puede usarse para limpiar el visor de las cámaras Nikon.
Y vosotros, ¿Qué método usáis?