Según informa la Agencia EFE, el fotógrafo catalán Oriol Maspons ha fallecido hoy en Barcelona a los 84 años de edad tras una larga enfermedad, dejando tras de sí un legado gráfico esencial para comprender la historia de nuestra fotografía y nuestro país.
Creador, junto con Xavier Miserachs y Colita de la “Gauche Divine”, trajo desde París las últimas tendencias fotográficas tras entrevistar y conocer a los más importantes autores de los años 60 y 70, encontrándose a su vuelta con un ambiente artístico profundamente deprimido por el franquismo, con una fotografía obsoleta que aún ponía sus ojos en el pictoralismo propio de principios del siglo XX.
De este modo, a través de una mirada lúcida y aventurada, propuso una nueva perspectiva que partía de la postguerra que le tocó vivir para apuntar a una progresiva modernización de nuestra fotografía.
Testigo impenitente de la Cataluña que empezaba a respirar tras los años más duros de la dictadura franquista, su obra refleja el despertar económico y cultural de una España profundamente herida.
Cuando volvió de París en los años setenta, se apresuró a transformar lo que denominaba “El Salonismo” (fotografía de salón) en fotografía viva, gracias a la creación de un estudio junto a su colega Julio Viñas.
A mediados de los años 90, el trabajo de Maspons transcendió nuestras fronteras gracias a una exposición de itinerancia internacional organizada por la Fundación La Caixa, y, en la actualidad, sus fotografías se hallan presentes en los principales museos y galerías de todo el mundo.
Tras conocerse su fallecimiento, el Museo Nacional de Arte de Cataluña ha emitido un comunicado en el que anuncia la realización de una gran retrospectiva de su obra para el año 2015.
Tal y como ha dicho su hijo Àlex Maspons: “el hombre se va, su obra se queda”.