El plagio de patentes es un proceso muy largo, y sino fijaos en el caso de hoy, para el que se han necesitado tres años de juicios.
La cuestión es que hace algunos años, Sigma sacó seis objetivos con una estabilización que hacía reducir las vibraciones de los objetivos, con una patente registrada por Nikon. Obviamente, Sigma negó esto rotundamente, lo que ha producido esta batalla legal de tres años, que parecen pocos, pero son muchísimos.
El caso es que la sentencia del tribuna de Tokio, que es quien ha llevado el caso, le ha dado la razón a Nikon, por lo que Sigma deberá indemnizar a Nikon con casi 15 millones de dólares por haber infringido esta patente.
Nikon tramitó la denuncia después del lanzamiento de los seis objetivos y exigió una indemnización que rozaba los 116 millones de dólares, lo que es una barbaridad de dinero, ¿No creéis? Así que el tribunal de Tokio ha decidido que la mejor solución es que la marca Sigma ceda a Nikon el 15% de los beneficios que obtuvieron con la venta de estos seis objetivos, los causantes de la polémica, que nos da esos casi 15 millones de dólares.
En definitiva, que estos conflictos legales son totalmente normales entre grandes compañías, y es que claro, las compañías deben mirar por ellas y ofrecer la mejor calidad al menor precio posible. Lo mejor de todo es que esto no afectará en nada a Sigma ni en el lanzamiento de sus próximos objetivos.