Por si no teníamos ya suficiente con el chasco de la primera hornada de las rutilantes Canon EOS 5D Mark III y sus problemas con la medición de la luz, ahora Canon reconoce otro problema de fabricación en una de sus compactas estrella: la PowerShot S100.
A través de un comunicado, la compañía nipona reconoce que bajo determinadas condiciones los componentes internos de la cámara pueden dejar de funcionar adecuadamente, lo que nos toca muy de cerca si consideramos cuáles son esas condiciones concretas: en entornos con mucho calor y mucha humedad.
Es decir: se trata de un problema que muchos usuarios pueden no haber notado hasta ahora, ya que se trata de un modelo que no tiene aún ni un año de antigüedad y es justo en este momento cuando el verano empieza a poner a prueba la resistencia y la fiabilidad de muchos productos que nos parecían sólidos y bien diseñados.
En cualquier caso, Canon advierte que los modelos (presuntamente) afectados son aquéllos cuyos números de serie comienzan por alguna de estas tres cifras: 29, 30 o 41; aunque, como no podía ser de otra manera, garantizan el reemplazo sin coste alguno de las compactas que se hayan visto afectadas por el error de fabricación.
Una auténtica pena, ya que la compacta era de lo más apañada y se desmarcaba de las tendencias del mercado de entonces empleando un sensor ligeramente más grande que el habitual en este tipo de productos.
De todas formas, por si acaso, y aprovechando los rigores a los que nos está sometiendo el verano, aconsejo a todos los usuarios de la Canon PowerShot S100 que corran a exprimir las posibilidades de su compacta disparando a diestro y siniestro en las condiciones antes señaladas: con mucho calor y con mucha humedad.