El viñeteado es, cuando se produce de manera natural, una aberración lumínica y cromática que hace que nuestras fotos se oscurezcan en las esquinas y en los bordes, perdiendo información y adquiriendo un aspecto gastado y antiguo.
Así, esta aberración era (y es) habitual en las cámaras antiguas de gama baja, como las lomográficas, y se suele deber a una deficiencia en el montaje o en las prestaciones del objetivo.
Sin embargo, tampoco hay que irse a China o a los años ochenta para encontrar este tipo de aberración en un objetivo. Los actuales también producen aberraciones, sobre todo cuando son grandes angulares o cuando salen baraticos.
Ahora bien, el viñeteado también es un recurso estilístico dentro de la fotografía digital, y su uso se ha popularizado desde que surgió la moda de lo vintage y se procedió al rescate de la fotografía lomográfica.
Introducir un viñeteado por medios artificiales en tus fotos es bien sencillo con Photoshop. Hay tantos formas de conseguirlo como maneras de emplearlo mal.
La más obvia, ya que hablamos de aberración de objetivo, consiste precisamente en irse a “Filtros”, luego a “Corrección de lente”, y finalmente a la pestaña de “Custom” (o “personalizar”, supongo; ya que tengo la versión de PS en inglés). En ella aparece una sección de viñeteado, y para dejarlo a nuestro gusto sólo tenemos que desplazar “cantidad” y “Midpoint” como nos parezca.
Otra opción más trabajosa pero más efectiva consiste en crear una nueva capa sobre la imagen original, pintarla de negro y luego hacer un calado borrando la parte central de la capa negra con un óvalo. Posteriormente, podemos fundir la capa del viñeteado con la imagen original como queramos, reforzando o debilitando la opacidad.
Este segundo método es mucho más interesante porque permite aplicar el viñeteado dónde y cómo queramos.
Por ejemplo: si el viñeteado resta información a una parte esencial de la fotografía que se encuentra en los márgenes de la imagen, podemos echar mano de la herramienta “borrador” para que eliminar sólo esa parte del viñeteado.
Otro ejemplo: si queremos que el viñeteado no actúe únicamente en los bordes de la imagen, podemos desplazarlo para que oscurezca otra parte de la fotografía.
Y es que el viñeteado no sólo sirve para la mera imitación de una aberración o una distorsión vintage. Debe ser usado sobre todo para centrar la atención en un elemento concreto de la fotografía. Sólo tienes que experimentar con los métodos descritos para darte cuenta de cómo puedes manejar los puntos de interés en tus imágenes de una manera sencilla.
Ahora bien: como con todas las herramientas de Photoshop, hay que andarse con cuidado a la hora de aplicar un viñeteado. Un uso desproporcionado de éste puede arruinarte una buena foto, mientras que su uso moderado e inteligente puede ayudar a completar el aspecto de tus fotografías.
Nunca olvides que esta aberración constituye, en origen, una deficiencia, y que si lo aplicas tan alegremente terminarás quemando parte de la información que hay en las orillas de tus fotografías.
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